Metafísica 
Segundo control de lectura 

Texto: Prólogo de la segunda edición de la Crítica de la Razón Pura.  I. Kant 

  1. Kant propone que para llevar a cabo la elaboración del conocimiento en el dominio de la razón se debe seguir el camino seguro de la ciencia. De esta manera plantea el depurar las ciencias, en la crítica, pues, como señala, el que estas se invadan mutuamente no es ampliarlas. El instrumento a utilizar será la lógica entendida como las reglas formales de todo pensamiento sea este a priori o empírico. Se insiste en el carácter propedéutico de la crítica antes de proponer una nueva metafísica que cumpla los requerimientos necesarios.  

 Pues bien, en la razón se dan relaciones a priori, es decir sin experiencia previa, y estas pueden determinar el concepto de un objeto en el caso del conocimiento teórico o convertirse en realidad en el caso del conocimiento práctico. La razón debe regresar a la naturaleza e inquirir teniendo en cuenta los principios que devienen en leyes en los fenómenos concordantes y el experimento que permite lo señalado. Entonces se ha de buscar aquello que la misma razón pone en la naturaleza y debe aprender de ella. Se presentan las limitaciones del conocimiento en la medida que toda experiencia constituye un tipo de conocimiento que, sin embargo, requiere del entendimiento y se debe asumir que este posee reglas presentes antes que los objetos sean dados.  

 

De esta manera, a diferencia del fenómeno, la cosa en sí queda como no conocida pues el conocimiento ha de pasar por la experiencia sensible. El fenómeno se da de manera condicionada a diferencia de aquello sin experiencia. Si bien se ha limitado el conocimiento a la experiencia, aquello que no puede ser conocido puede, no obstante, ser pensado. Se dan los ejemplos de dios, la libertad y la inmortalidad. En Kant son por cierto mucho más que ejemplos. Son las ideas trascendentales cuya función es regular el conocimiento.  

 

Finalmente se señala que la metafísica es una disposición natural en el hombre y que si bien no ha tomado el camino seguro de la ciencia se tiene confianza en una futura metafísica sistemática concebida de acuerdo con la crítica de la razón pura.  

2) ¿Es, en efecto, la metafísica una disposición natural por ciertas ideas mas allá de la experiencia sensible estableciendo de esta manera, por defecto, la imposibilidad de indiferencia a estas? Si entiendo bien, tu pregunta insiste en lo que debería entenderse por disposición natural.  

3) Considerando que el texto es únicamente el prólogo a una obra de mucho mayor envergadura  podemos señalar la intención de encaminar la metafísica por el camino seguro que puede ofrecer el método de la ciencia. Es, precisamente, aquello que se señala en la medida que estamos frente un tratado sobre el método y no frente a un sistema sobre la ciencia misma. Kant representa el final de toda una tradición metafísica así como el inicio de una tradición crítica respecto al conocimiento pues será el fundamento de los cambios que se están suscitando en el área de la ciencia. Solo nos queda por comentar, más allá de la esperanza en una metafísica sistemática posterior, el carácter de disposición natural que se le confiere a la metafísica en relación a aquellas ideas susceptibles de ser pensadas pero no experimentadas de manera sensible. Una vez más se impone la propia sistematicidad del autor pues el texto denunciaba el dogmatismo de la metafísica y no el carácter dogmático que debe estar presente en los procedimientos que esta tome. 

Historia de la filosofía antigua

El “logos” en Heráclito

Si bien los fragmentos del autor no brindan una sistematicidad que ayude en la comprensión de lo propuesto es posible hallar e interpretar algunos conceptos importantes. En las siguientes líneas trataremos de analizar el concepto de logos presente en los fragmentos de Heráclito de la manera más clara que nos sea posible. Los fragmentos señalan que el logos, como razón, siempre existió, existe y existirá estableciendo orden en el caos determinando todo aquello que sucede. A pesar de lo señalado anteriormente podemos indicar que uno de los mayores problemas para entender el concepto de logos responde a cuestiones de traducción e interpretación pues dicho término adquiere un carácter técnico que dificulta la explicación por la variedad de acepciones. Sin embargo, al estar presente en todo (aquello que percibimos) los hombres se muestran indiferentes al logos y optan por las simples opiniones como si estas fueran razones particulares cuando el logos es, precisamente, común y por ende universal. De esta manera aquello percibido por los sentidos muestran parcialmente aquello que no es verdadero en relación al logos que es la verdad propiamente en sí misma. Heráclito continúa la argumentación indicando que el común de personas es incapaz de comprender el logos antes o después de estar en contacto con este. Por ese motivo que señala que es al logos, o la razón, a quien se debe escuchar y no al él. Continuando el razonamiento respecto al logos los estados deberían confiar en el carácter común de sus leyes tal como las personas confían en la  ley que es común a todos, la divina. Dicha ley universal como principio que organiza y rige el orden frente al caos el, finalmente, el logos. Finalmente podemos señalar respecto al logo en Heráclito el carácter que este tiene como verdad que se expresa en palabras pero es distinta a estas; luego, como realidad presente ante la cual se encuentra el hombre y debe atender al logos y no a las opiniones puestas estas pueden ser muchas y la razón, por otra parte es una sola y común a todos.
Pd: apuntes no?

 

 

Control de lectura: “¿Qué es la metafísica? – Martin Heidegger 

1) 

El autor plantea la tesis del texto en tres momentos: desarrollar una pregunta metafísica, elaborarla y finalmente, dar una respuesta a aquella aunque continúe siendo una interrogante. Es importante no dejar de lado el contexto en el que se presentan las ideas del texto pues son en realidad parte de una conferencia brindada a personas de distintas disciplinas. He aquí la importancia de la pregunta por la metafísica. 

 El inicio de la conferencia (y desarrollo de la pregunta metafísica)  está marcado por la relación del Dasein; en tanto realidad-humana, los entes y la nada. Este último término será el contenido de la elaboración de la pregunta metafísica.  Luego, si la caracterización del Dasein solo se explica por el ente mismo y nada más excluyendo a esta, la nada,  del quehacer científico entonces esta aparece como problema y plataforma para las ciencias.  

 Sin embargo, al tratar la nada esta presenta un contrasentido u oxímoron como si finalmente fuera algo. Heidegger cuestiona el imperio de la lógica sobre la metafísica y plantea el acceso a la nada en tanto esta nos es dada y revelada  por medio del concepto de la angustia1 como recurso para referirse a lo indeterminado.  Se debe tener en cuenta que al pensar en la nada solo accedemos a la idea de esta y no a la nada misma. Por eso el recurso a la indeterminación de la angustia a diferencia del temor.  

 La respuesta a la pregunta metafísica por la nada (pregunta por excelencia)  será entonces comprenderse al interior de esta en relación con el Dasein. Además aquello que caracterice a la nada no será el aspecto lógico de la negación sino el anonadamiento. Muy bien Es el anonadar de la nada y no la negación del ente lo que posibilita y permite las consideraciones sobre interrogante que persiste: “¿Por qué hay ente y no más bien nada?” 

2) ¿Es a partir del cuestionamiento sobre la nada en relación al Dasein y su carácter científico que es posible lo que T. Kuhn señala al respecto de la “ciencia normal y revolucionaria” en relación a aquello que las ciencias (o distintas disciplinas) toman por objeto de estudio2? Una pregunta no sólo interesante, también es informada.  

3) Si bien el propósito del autor tiene como finalidad cuestionar y revisar el fundamento de las ciencias en la relación con el Dasein en tanto realidad-humana y la nada cuestionamos el uso de aquello que podríamos  considerar un “ lenguaje privado” por parte del autor. Sin embargo, creemos pertinente el uso del lenguaje de tal modo para elaboración, argumentación y desarrollo de la preguntar metafísica (y por esta misma) en la medida que para dar a entender el contenido de lo propuesto ha sido necesario desafiar ciertas cuestiones lógicas como la negación o el principio de no-contradicción. La preocupación por el Dasein y su caracterización del mismo modo que su relación con la nada como plataforma de las ciencias en la medida que posibilita que el ente sea tomado como objeto de estudio rebasa las dificultades que pueda presentar el lenguaje utilizado por el autor. Resulta necesario comprender la importancia de la pregunta por la nada y el acceso a esta no como finalidad, pues podría quedar todo en un juego de palabras únicamente digno de análisis literario,  sino en tanto inicio y condición de posibilidad a sendas disciplinas que requieren una relación especifica con aquello que se presenta en tanto ente, fuera de la nada, como objeto de estudio.

Pd: no se que pasó con los pie de página que puse. 

Capitulo 2

¿Por qué Batman no elimina al Joker? Es la pregunta principal del presente trabajo. En las siguientes líneas presentaremos dos modelos o sistemas éticas que nos puedan ayudar a establecer las posibilidades o limitaciones para resolver y enfrentar el dilema en cuestión. Es necesario precisar que fijaremos la atención en las historias de Batman presentadas por Moore (1988), una historieta de un solo número bajo el titulo traducido de: “La risa asesina” y Nolan (2008), un largometraje baje el titulo, también traducido, “El caballero de la noche”.  Consideramos que el dilema por analizar se presenta de manera bastante consistente en estas dos historias pues existen muchas otras aristas por abordar que exceden el presente trabajo o no son pertinentes para nuestros fines.

2.1

Empecemos analizando a Batman como un seguidor de la deontología y propuestas kantianas.  Bajo este sistema Batman no podría, o al menos no debería, eliminar al Joker matándolo. Recordemos, pues que Batman posee un estricto sistemas de reglas a seguir y un código moral a seguir en su accionar. El no utiliza armas de fuego ya que fueron estas las que dieron muerte a sus padres, combatir el crimen sin importar el rostro que adopte es una promesa y reto constante a cumplir aceptando el orden establecido, entiéndase las leyes y sistema judicial de ciudad Gótica. La justicia como ideal a preservar desde su condición de vigilante y guardián implica una gran responsabilidad que recae en el código moral aceptado por Batman de manera tal que llega ser casi inescindible al personaje. Batman no eliminar y mucho menos mata a sus enemigos, los enemigos de ciudad de gótica que introducen el caos y violencia atentado contra la paz y seguridad que en algún momento fueron la realidad de esta ciudad, utópica, y no debía haber cambiado.

Según Thomson (2002, p189) “la teoría kantiana afirma que una acción es moralmente correcta si la voluntad del agente fue movida por el imperativo categórico”. Si recordamos una de las formulaciones de aquel imperativo como: “Obra de tal modo que la máxima de tu accionar sea motivo de ley universal” efectivamente Batman se enfrentaría al dilema de no poder eliminar al Joker en tanto la vida humana o la de cualquier otro agente racional es un valor inherente a cada individuo respecto a su autonomía.

Del mismo modo eliminar al Joker implicaría que este sea solo un medio en la medida de proveer una aparente seguridad a ciudad Gótica y no una una finalidad en sí misma como un agente racional.  Lo anterior esta en relación a una variante en la formulación del imperativo categórico.

Al respecto Blackburn (2003, p.100) puede resumir lo presentado de la siguiente manera: “Cuando tratamos de impedir a la gente de actuar de cierta manera, una buena pregunta suele ser: ¿Qué pasaría si todos los demás actuaran así?” Esta es precisamente la situación que enfrenta no solo Batman sobre eliminar al Joker sino también la que este le plantea constantemente incitándolo a violar sus propios códigos morales como el no matar.

De acceder a la pretensión del Joker y darle muerte, eliminándolo finalmente Batman no solo dejaría de cumplir o seguir el imperativo categórico kantiano y la deontología propuesta. Además, el “vencedor” en el conflicto seria el joker en la medida que habría probado y quebrado los limites y posibilidades de corrupción de Batman como agente racional en el cumplimiento de imperativo categórico universal. Pues bien, si Batman elimina al Joker: ¿que impediría que continuara con tal tipo de acciones? E incluso ¿qué sería aquello que lo diferencie de aquel que fue su enemigo y némesis por tanto tiempo si estuvo dispuesto matar sin seguir aquello que predica una razón universal?

Observamos, finalmente, que las acciones morales bajo este sistema o paradigma ética no están sujetas a los resultados o consecuencias que puedan generar o devenir de estas. La motivación racional y moral, voluntad y autonomía son los factores que rigen el accionar del individuo. Bajo este modelo, en la medida que no puede existir un conflicto para el imperativo categórico en la deontología propuesta por Kant, Batman no podría eliminar al Joker teniendo solo como medio para resguardar la paz y el orden en ciudad Gótica  la persecución constante de criminales para que sean sometidos a las normas establecidas y purguen una condena en la penitenciaria “Arkham Asylum”.

2.2

Sin embargo una segunda postura filosófica al respecto como sistema ético propuesto por J.S Mill difiere bastante de lo descrito anteriormente. “El utilitarismo sostiene que una acción es moralmente correcta en la medida que tenga como resultado una mayor felicidad o una utilidad general” (Thomson 2002, p.189)

De este modo solo importan las consecuencias de las acciones y no las motivaciones o valores inherentes a la razón pues como se ha establecido en este paradigma lo que se busca finalmente es el mayor bienestar posible para el mayor número de personas posible. Además debemos indicar que preferimos la referencia al termino “utilidad general” pues la felicidad en el contexto de la obra de Mill señala grados y diferencias respecto al placer que no corresponden al presente trabajo.

Entonces, según este modelo, podríamos esperar que Batman eliminase al Joker en la medida que esta acción provea un mayor bienestar y utilidad general a un mayor número de personas, la población de ciudad Gótica. Existe, efectivamente un mal por cometer, eliminar al Joker y matarlo, que podríamos considerar de alguna manera “menor” si tenemos en cuenta los beneficios que podríamos esperar en el futuro para ciudad Gótica.

Luego, la muerte del Joker podría asegurar, asumiendo niveles de predicción bastante optimistas en el devenir de la sociedad de ciudad Gótica, aquel mayor beneficio o utilidad general que busca y defiende la postura utilitarista.

Sin embargo, es aquí en donde presentamos el conflicto y dilema ético que se presenta. “¿Estás permitiendo que mucha mas gente muera porque tú no quieres (o estás dispuesto) a matar a una persona (el Joker)?… y ¿por qué, por tu sentido del deber y justicia?” (White, 2008 p.8)

Esto es lo que le increpa White al caballero de la noche tomando como referencia algunos diálogos de historietas y el contraste entre los sistemas éticos ya presentados.

2.3

Tal parece que nos enfrentamos a un dilema cuya solución parece no tan clara, y en efecto, no lo es. El debate y discusiones  entre posiciones y posturas en la historia  de la filosofía y ética podrían compararse, sin mayor dificultad, al conflicto eterno, en la ficción, entre Batman y el Joker. Sin embargo buscaremos en lo posible la forma de conciliar ambos sistemas para proveer una posible solución al dilema sobre el accionar de Batman respecto a la eliminación del Joker, estos, acabar con una vida para preservar otros valores.

Pues bien si “los argumentos contra el utilitarismo apelan, tradicionalmente, a nociones kantianas, y viceversa. Esto revela el conflicto entre las dos teorías.”(Thomson 2002 p. 193) Lo anterior no hace más que ilustrar lo que hemos ido exponiendo en líneas precedentes.

Pero ya que estamos en busca de una solución continuamos analizando ciertas opciones y posibilidades. Tal parece ser la consideración de Thomson al respecto al señalar lo siguiente “la moralidad parece estar conformada por ambos elementos, el utilitarista y el kantiano. Ignorar por completo uno de los dos seria fanatismo.”(p.197)

De modo tal parece necesario recurrir al concilio de ambas posturas en busca de una solución. Tratar de combinar el utilitarismo y deontología propuesta podría proveernos la respuesta a la pregunta inicial sobre el accionar de Batman. Al respecto podemos presentar a modo de solución y concilio de las posturas y sistemas éticas el concepto tratado en el “problema de las manos sucias” por Walzer.

“La noción de las manos sucias deriva del esfuerzo de rechazar un absoluto sin negar la realidad de un dilema moral” (Walzer 1973 p.162) En efecto, ambos sistemas planteados anteriormente tenían pretensiones de universalidad. El imperativo categórico apelaba a una razón universal del mismo modo en que la máxima utilitarista asumía como una verdad inexorable la utilidad general o mayor bienestar para la mayoría.

No deja de ser curioso que el dilema ante el cual se encuentra Batman al eliminar o no al Joker suela hacer referencia a las manos y el porqué estas no deben “mancharse”. No solo es el código moral de Batman, siguiendo en líneas generales la deontología kantiana, sino también las constantes recomendaciones del comisionado Gordon y el mayordomo Alfred las que profundizan el dilema y conflicto. 

Continuando con la propuesta de Walzer podemos rescatar la siguiente cita: “algunas veces el sufrimiento del héroe necesita ser socialmente expresado (como el castigo, que confirma y refuerza nuestro sentido de que ciertos actos están mal). De igual manera, a veces es necesario ser socialmente limitado. No deseamos ser gobernados por hombres que han perdido su alma” (p.177) observamos en estas líneas la necesidad de establecer límites morales mas allá de las consecuencias y resultados de los actos cometidos.   

Si bien el texto de Walzer es un análisis al comportamiento de agentes políticos podríamos establecer cierta relación con el personaje de Batman en tanto que este participa en la vida pública de ciudad Gótica aunque la legitimidad con la que actúe sea cuestionable por no estar sometido a las autoridades correspondientes.

 De llegar el momento y darse el caso en el cual Batman eliminase y diera finalmente muerte al Joker su acción seguiría la máxima del utilitarismo y se optaría por la utilidad general y beneficios de aquella acción reprochable moralmente pues los limites y códigos que tenía como el no matar fueron dejados de lado. ¿Qué implica tener “las manos sucias? En términos más directos podríamos indicar que de eliminar al Joker, Batman no solo asumiría la responsabilidad de sus accionar pues el matar suele estar penalizado sino además debería asumir la responsabilidad moral de haber fallado a las convicciones que había asumido y adoptado de forma autónoma y voluntaria.

Conclusiones

Luego de tratar la historia de Batman como un mito y al personaje como un héroe observamos que los dilemas y problemas de la filosofía pueden verse reflejados en la actualidad en aquellos productos culturales, aquello que produce y consume una sociedad y cultura,  a modo de mitología contemporánea en la medida que buscan explicar o dar respuesta a las interrogantes que plantea nuestra sociedad.

Es posible que la historia tratada en el presente trabajo muestre algún sesgo cultural pues Batman es la representación de algunos, y no todos, los valores occidentales. Tal vez sea este el motivo por el cual se persiga la diversidad, representada por el crimen de poca monta o aquel de gran escala que atenta contra estructuras establecidas y valores conservadores y por otra parte, no se persigue o incluso se aliente la no criminalización de la especulación financiera y delitos económicos cometidos por aquellos criminales de “cuello y corbata” que logran mimetizarse adecuadamente en las estructuras y sistemas sociales.

Sin embargo los mitos suelen ser etnocéntricos pues se gestan al interior de una sociedad. Es por eso que cada sociedad produce y consume mitos propios o suscribe aquellos con los que se identifica. Es posible criticar el mito del mismo modo en que se puede criticar la sociedad en la que se vive pero es mucho más complicado destruir aquel mito.

Sobre la continuidad de la historia o mito de Batman podemos señalar el carácter sedimentario que adopta. Si bien no hay una continuidad determinada, algunos eventos o episodios calan fuertemente y pasan a formar parte del mito concebido por la audiencia, los lectores y consumidores de la historia sin importar el formato que adopte.

Finalmente, respecto al dilema ético que se trató suscribimos la posición de Thomson quien concluye lo siguiente: “Es desesperanzador pensar que las reglas morales decidirán por nosotros lo que haremos. Las reglas pueden guiarnos, pero no dictarnos la solución. Esto no significa que no haya solución para los dilemas morales. Solo significa que no hay solución definida por una regla.” (Thomson 2002 p. 206)

Lo anterior permite la continuidad del ejercicio de análisis realizado. Es posible seguir debatiendo y estudiando las posibilidades presentes en un conflicto o dilema ética sin que esto adopte un carácter de frustración o desesperanza como indica Thomson. Mientras se sigan escribiendo o tratando historias de Batman y las pruebas que tenga que enfrentar y superar será posible vernos reflejados como sociedad en estas y realizar el ejercicio que intentamos en el presente trabajo. 

 
  

Introducción:

El presente trabajo busca relacionar la historia de Batman en tanto héroe, desde lo propuesto por Campbell en el texto “El héroe de las mil caras”, con determinada bibliografía filosófica para ilustrar el conflicto presente en el accionar del héroe al no eliminar al “Joker”. Del mismo modo se busca la reflexión a partir de un mito contemporáneo: la historia de Batman y las enseñanzas que se pueden obtener desde un producto cultural como un comic, series o películas. Esto, debido a que se está hablando de un  producto cultural en cual muchos estamos inmersos.

La primera aparición de Batman fue en 1940 y su creación en 1939 gracias a Bob Kane. Desde el inicio en el se presenta se presenta el origen de Bruce Wayne como el hijo de una acaudalada familia que sufre la pérdida de sus padres a manos de unos criminales. Este incidente marcara la determinación del pequeño Bruce y genera la promesa de combatir el crimen sin importar el rostro que adopte.

Uno de los primeros enemigos a los deberá enfrentar Batman para proteger ciudad Gótica será el Joker quien hace su aparición del mismo modo en las historietas iniciales. Ciudad Gótica se presenta como una ciudad o entidad cerrada, autosuficiente y utópica pues no está ubicada en un lugar determinado. Sin embargo surge el héroe que deberá protegerla, en este caso Batman, de las constantes amenazas que aparecen como el caso del Joker.

El marco teórico utilizado en el presente trabajo busca identificar a Batman en la figura del héroe al interior de un mito contemporáneo como lo es un comic en tanto producto cultural como aquello que consume y produce una sociedad  del cual no se puede ser ajeno.

Luego se presentará el contraste entre dos posiciones filosóficas respecto al actuar ético teniendo como ejemplo la difícil decisión de Batman de eliminar o no al Joker según la deontología propuesta por I.Kant en base al deber en sí mismo y el imperativo categórico frente al utilitarismo propuesto por J.S. Mill en función a las consecuencias de los actos realizados en busca del mayor beneficio para el mayor número de personas posible.

Posteriormente se presentaran las críticas a ambas posturas desde la perspectiva de otros autores sobre temas de ética y las nociones que pueden definir a los personajes analizados y sus ideales o propuestas manifiestas.

Finalmente, se presentan dos puntos para concluir el trabajo al haber terminado esta breve presentación de aspectos de filosofía moral y ética además de otras posturas y críticas desde la historia de la filosofía moral y ética, mencionando al mismo tiempo aspectos propios de estudios culturales se propondrá a modo de conclusión la posibilidad de un conflicto sin solución aparente en la medida que los debates éticos no deberían terminar en un simple reduccionismo.

Del mismo modo, afrontando la pregunta y cuestión original del presente trabajo, observaremos como la discusión y debates de ciertas áreas del conocimiento surgen y se presentan a partir de un producto cultural, un mito contemporáneo, la historia de Batman en conflicto con el joker hasta el final de sus días.

 

Capitulo 1

Marco teórico

En el presente capítulos analizaremos y cotejaremos lo planteado por el autor (J. Campbell) con la figura, objeto de estudio en el presente trabajo, de Batman como héroe al interior de un mito contemporáneo bajo ciertos cánones según la teoría que se nos brinda y proporciona la lectura del texto “el héroe de las mil caras”.

El Mito

Joseph Campbell (1972) define el mito, señalado como “monomito”, en su texto como: “…la misma historia variable y sin embargo maravillosamente constante, junto con una incitante y persistente sugestión de que nos queda por experimentar algo más que lo que podrá ser nunca sabido o contado”.

 De este modo las historias nuevas que creíamos haber inventado de algún modo ya habían sido contadas o al menos se encontraban en el asombro de los hombres frente al mundo. 

Continua el autor indicando lo siguiente: “En todo el mundo habitado, en todos los tiempos y en todas las circunstancias, han florecido los mitos del hombre; han sido la inspiración viva de todo lo que haya podido surgir de las actividades del y cuerpo y de la mente.” 

De ser así la historia de batman se presenta como un mito en nuestro tiempo, la época contemporánea, y en su interior surge la inspiración para alcanzar o al menos mostrar algunos ideales que consideramos como tales.

Del mismo modo aquello representando en el mito, muchas veces relegado por la mentalidad científica y técnica, nos permite hallarnos reflejados en su interior pues es la sociedad la que origina el mito y al mismo tiempo busca su origen en este. Además considerando las condiciones circunstancias actuales de nuestra sociedad, o al menos parte de ella, la creación de un gran relato no obedecería tanto a la de un mito sino a la de un producto cultural en función a nuestras necesidades y requerimientos dados por una economía de mercado. Si bien se profundizara este aspecto posteriormente no deja de ser pertinente la mención al tema en este momento teniendo en cuenta la referencia sobre el mito, el sueño y los hombres en tanto que los sueños privados de cada individuo son una mitología propia y de la misma manera en que los sueños colectivos como parte de un inconsciente general dan lugar al mito del cual hemos tratado. En posible y siguientes paginas se intentará evitar el sesgo psicoanalítico para el análisis por no considerarlo necesariamente pertinente.

El héroe

Campbell propone ciertas etapas en el desarrollo del héroe al interior del mito que a su vez han sido la conclusión de una gran recopilación de bibliografía y ejemplos al respecto. Las historias de héroes en distintas mitologías separadas en el tiempo y el espacio llegan a compartir aspectos tan similares entre sí que es posible enumerar estas etapas que el héroe deberá sobrellevar.

El mismo texto nos brinda un resumen de la aventura que caracteriza al héroe pues las distintas etapas son descritas de manera extensa y con una gran variedad de ejemplos. Sin embargo el viaje del héroe, sus aventuras y transformaciones así como las pruebas que debe enfrentar siguen un esquema bastante claro: el llamado a la aventura, el cruce del umbral a lo desconocido, una seria de pruebas a enfrentar, la ayuda recibida, la huida y el retorno.

Continua el autor señalando lo siguiente: “El héroe mitológico abandona su choza o castillo, es atraído, llevado, o avanza voluntariamente hacia el umbral de la aventura. Allí encuentra la presencia de una sombra que cuida el paso. El héroe puede derrotar o conciliar esta fuerza y entrar vivo al reino de la oscuridad o puede ser muerto por el oponente y descender a la muerte. Detrás del umbral, después, el héroe avanza a través de un mundo de fuerzas poco familiares y sin embargo extrañamente intimas, algunas de las cuales lo amenazan peligrosamente (pruebas), otras le dan ayuda. Cuando llega al nadir del periplo mitológico para por una prueba suprema y recibe su recompensa. El triunfo puede ser representado como… el reconocimiento.”

¿Es Batman un héroe según lo propuesto por Campbell?  La respuesta a la interrogante se encuentra en el siguiente apartado. Sin embargo podemos adelantar, como ha sido señalado previamente, que muchas de las historias con las que convivimos han estado presentes en la humanidad desde sus inicios y de distintas maneras con algunas o muchas modificaciones sin perder el sentido que se le atribuye: el de explicar el origen de un grupo, reflejar la situación actual en la cual se vive o guiar los ideales a realizar y alcanzar.   

Batman como héroe y producto cultural

De acuerdo a lo que se descrito en líneas previas si es posible ubicar a Batman en la figura de héroe al interior del mito. Nos son pocos los elementos que permiten la analogía e identificación con la propuesta de Campbell.  Batman surge desde el llamado a la aventura y explorar lo desconocido en la oscuridad de la noche para enfrentar el mal sin importar el rostro que adopte. Del mismo modo su historia refleja el devenir de una sociedad que ha concebido al héroe de acuerdo al tiempo en el cual se iba presentando.

Esto se debe a que si bien en un inicio el caballero de la noche no era más que solo una hipérbole del detective nocturno que hacía uso de habilidades y recursos propios como la fortuna heredada además de una máscara para ocultar su identidad publica en nuestros días se presenta como un protector no solo del lugar al que pertenece sino de los ideales a preservar y el orden por resguardar antes las amenazas, ahora con una seria de habilidades y recursos que van mas allá que los del hombre común y promedio.

El asombro ante la figura de Batman permanece intacto pues nos hemos encargado de mantenerlo a la altura de nuestras expectativas, deseos y necesidades. Se nos brinda con la figura del “héroe que ciudad gótica necesita pero no merece” (Nolan, 2008) un ideal de hombre, precisamente un héroe, que trasciende y va mas allá de nosotros, que enfrenta la aventura y las vicisitudes que, necesariamente, se presentan.

En relación  a lo señalado al viaje del héroe podemos indicar los paralelos en la historia del Batman con la puesta de Campbell de la siguiente manera: Bruce Wayne nace predispuesto para convertirse en un héroe pues no es una persona común al interior de su mundo, ciudad gótica. El llamado a la aventura surge del evento traumático, para quien en ese momento es solo un niño, de quedar huérfano al ver como sus padres, personas muy importantes la sociedad que se nos presenta en ciudad gótica,  son asesinados por unos “simples” criminales. En ese momento surge la promesa y deseo de enfrentar el mal y el crimen sin importar el rostro que adopte además del compromiso, característica de Batman, de no usar armas de fuego en su lucha eterna mientras viva ya que fueron estas las que dieron muerte a sus padres y ser consideradas las armas de los enemigos, aquellos que tienen miedo.

La ayuda que recibe es también comparable a los obsequios divinos que nos retrata cierto tipo de mitología. La tecnología y equipamiento de defensa está al servicio de Batman cuando vemos la seria de adminículos, herramientas e instrumentos de los cuales dispone así como la fiel ayuda y compañía de algunos otros personajes en la historia: el mayordomo Alfredo o el comisionado Gordon, por ejemplo.

Sin embargo el rito de pasaje que marcará definitivamente el inicio del viaje de nuestro héroe será la adopción de la figura nocturna que deberá proteger las calles de su ciudad y nos provee el ideal de protector en conflicto con una seria de distintas pruebas.  Batman surge en el momento que decide adoptar el símbolo de un murciélago como sello personal en su lucha pues aquello que antes solía intimidarlo y darle miedo se convertiría ahora en una característica esencial. Sus enemigos deberán sentir miedo, pero no necesariamente de Batman sino de aquello que precisamente solía infundir temor en su ser: la oscuridad y el símbolo de un murciélago.

En su lucha con lo desconocido y la serie de pruebas, los criminales a enfrentar, el mal sin importar el rostro que adopte, tendrá lugar una prueba mayor o suprema. Sin embargo es esta última prueba, la que tendría por finalidad otorgarle la gloria y el reconocimiento a Batman ante ciudad gótica, la que permanece pendiente y por lo visto continuara así mientras Batman no decida eliminar o al Joker.

No se trata ya de solo un conflicto entre el héroe y la prueba a enfrentar sino además la del conflicto del héroe consigo mismo, sus promesas e ideales a preservar y mantener.

La aparición del Joker en la historia de Batman obedece no solo a una contradicción de opuestos sino también a la presencia e irrupción de la anarquía en un sistema establecido pero no como un caos sino el disertar sobre la diversidad de paradigmas a seguir.

Esa es la prueba que no solo deberá enfrentar Batman sino también nosotros como audiencia y jueces de su accionar para otorgarle o no la gloria y reconocimiento al final de la aventura.  

No podemos obviar lo señalado por Dipaoli (2011) en el sentido que la historia más reciente que tenemos de Batman nos muestra algo más que solo la lucha del héroe.  Según el autor una ideología se manifiesta de forma patente en la manera como se nos presentan las circunstancias en las que Batman lleva a cabo su lucha con el Joker. De esta manera la  historia que narra Nolan (2008) muestra en más de un sentido a una sociedad norteamericana que se jacta del armamentismo y poder bélico así como los ideales de libertad, seguridad y paz a preservar bajo un único paradigma ya dado, aquel mismo que gran parte de la cultura occidental ha asumido como propios, válidos y ciertos.

Muchas interrogantes son las que surgen y amplio es el debate y las disertaciones por realizar. Sin embargo está presente la “exhortación a no rendirse, mantener la esperanza y pensar en un futuro mejor”… junto a Batman.

*soy pésimo en esto del citado 

II Coloquio de filosofía UARM 2012
Víctor Andrés Cisneros Solari
EAP  Filosofía UARM

¿Existe algo que el dinero no pueda comprar?
Comentarios a la propuesta de Michael Sandel
 (Aquello que el dinero no puede comprar y los límites morales del mercado)

En mayo del presente año se anuncio en distintos medios de comunicación la creación de un programa de “servicio voluntario” para  aquellos que decidieran, voluntariamente, seguir un programa de capacitación y pudieran ayudar a la institución policial. Sin embargo, no paso mucho tiempo antes de que  el programa y la ley que le dio origen fuesen derogados. Aquel programa de “servicio voluntario” nunca llego a darse. La discusión que se dio en aquel momento que tal vez hubiese merecido mejores argumentos. Finalmente, este hecho quedo como una anécdota más en la agenda nacional, perdiéndose entre diversos y mayores problemas,  escándalos e información algo confusa.

Pues bien, aquella anécdota  es el motivo de esta breve ponencia. En las siguientes líneas presentare la postura y propuesta de un autor contemporáneo (Michael Sandel) cuyo análisis considero pertinente y bastante útil en la medida que permite mostrar cómo es que el dinero influye en nuestras decisiones y relaciones sociales al interior de instituciones en las cuales el mercado solía no tener lugar.

 En efecto, bajo los siguiente dos argumentos: “coerción y corrupción” (Sandel 1988,2012*) el autor diserta sobre aquello que el dinero solía no comprar además del porqué ciertos bienes en la actualidad no deberían estar sometidos a las leyes de mercado teniendo como paradigma una economía liberal. La pregunta en ambos textos es la misma: ¿Existe algo que dinero no pueda comprar? Además de considerar cuales han de ser los límites morales del mercado y sus reglas inherentes es una pregunta que invita a la discusión, disertación y debate que debería ser de carácter público y no solo un ejercicio académico personal relacionado a la moral individual. La pregunta, entonces, apunta no aquello que, efectivamente, el dinero no puedo comprar, sino por aquello que lo impide o debería, los límites morales del mercado, en el caso de existir tal noción. 

Presentare  ambos argumentos,  tomando como ejemplo uno propuesto por el autor en un primer momento, una ponencia del año 1998 y se tomara como referencia el siguiente ejemplo dado: el ingreso a la milicia en los EE.UU. Una consideración personal sugiere el hecho curioso  de que el autor no trate el mismo ejemplo en el texto más reciente del 2012 cuando las circunstancias proveían mayores posibilidades al análisis a pesar de hacerlo con otros casos igual de controversiales e interesantes.

Pasaremos a tratar el primer texto y las definiciones de ambos argumentos. Posteriormente, haremos la comparación pertinente con lo señalado en el texto más reciente para señalar las similitudes, cambios y algunas diferencias en la postura del autor.

Según el autor el argumento respecto a la coerción va dirigido la injusticia manifiesta de las circunstancias que se observan en el momento de someter a leyes de mercado, esto es, a la compra y venta de bienes y servicios, bajo severas condiciones de inequidad o una directa necesidad económica. De este modo, las decisiones adoptadas no necesariamente serán completamente voluntarias  (1998, p 94)

El segundo argumento,  respecto a la corrupción va dirigido a la degradación producto de la valoración que propicia el sistema de mercado en el intercambio de ciertos bienes y servicios. De acuerdo a este argumento ciertos bienes morales y cívicos se ven disminuidos o son objeto de corrupción al ser cuantificados bajo la modalidad de compra y venta. (p.94)

Es al momento de relacionar  ambos argumentos que llegamos a la posible conclusión de que no es relevante una situación establecida de equidad inicial o circunstancias de algún modo justas y favorables para las partes involucradas en la relación comercial sino precisamente el valor intrínseco, inherente y per sé a determinados valores y practicas morales o cívicas. Estas, de algún modo, no tendrían por qué formar parte o estar sujetas a las reglas del mercado o  al alcance de la esfera comercial.

Cada argumento recae en aspectos distintos. Pues bien, el primero apunta a las condiciones en las cuales las circunstancias podrían afectar, y efectivamente, ejercer algún tipo de coerción en la decisión del individuo al momento de realizar una elección sobre aquellos límites morales en relación a la esfera comercial. Sea por una necesidad económica manifiesta y patente producto de condiciones desfavorables en la cual la posibilidad de negociación entre las partes parece no existir. Una tendrá ventaja sobre la otra y el intercambio comercial se realizara bajo términos ya establecidos. Una posible crítica constructiva y solución por consenso sería la de llegar a un momento en el que estas situaciones y circunstancias, por ahora, desfavorables para una parte dejen de ser tan adversar de modo tal que las decisiones que se adopten tengan un mayor grado de libertad al ser voluntarias en tanto no sean objeto de coerción en términos casi absolutos.

 Por otra parte, el segundo argumento apunta a la valoración que se le puede otorgar a aquellos valores morales y practicas cívicas que consideramos buenas en sí mismas. De este modo, dichos valores y prácticas no debería ser solo instrumentales  en relación a la rentabilidad que pueden ofrecer. Se trata de disertar sobre la naturaleza de estos valores y prácticas como algo a preservar y mantener fuera de la esfera comercial en tanto son deseables y buenos, en cierta medida, por si mismos.  Sin embargo, en este aspecto se podría terminar en consideraciones esencialistas dictadas culturalmente en tiempos en los cuales la diversidad y relativismo cultural aun son motivo de grandes discusiones.

 Además de los argumentos propuestos, insiste el autor en la siguiente interrogante en la medida de hallar cuales han de ser aquellas formas sujetas a las normas de mercado que podríamos encontrar moralmente objetables o cuestionables más allá de las posibles prohibiciones legales o restricciones económicas (p.96).  Es momento de pasar a describir el ejemplo del ingreso a la milicia de los EE.UU

Sandel describe el ingreso a la milicia en tres momentos. En un primer momento, efectivamente, el ingreso a la milicia no tenia relación alguna con el sistema de mercado pues se trataba, básicamente, de elegir a aquellos en condiciones de ser parte del ejército  de manera aleatoria. En este momento aun están presentes algunos ideales de “servicio a la nación”.

 El segundo momento, que a su vez puede ser dividido en dos periodos, señala como fue que durante la guerra civil se introdujeron de manera poco regulada algunos principios de mercado en la medida que aquellos llamados a la milicia podían contratar a un sustituto que tomara su lugar. Las consecuencias, a modo de incentivo perverso, fue la creación de un sistema de mercado y venta de lugares en la milicia: muchos estaban dispuestos a pagar o contratar un sustituto y otros necesitaban  de aquel ingreso que podría darles aquel primer pago y luego la vida militar. Sin embargo, este sistema se degeneró  al no haber una tarifa específica o estar regulado por lo que el precio de contratar a aquel sustituto podía variar considerablemente.

Posteriormente, en respuesta a lo que sucedía se pasó a establecer una tarifa fija. Aquellos llamados a servir a la milicia podían exonerar de tal labor a cambio del pago de una cantidad determinada de dinero. De esto modo, ya no existía la necesidad de buscar un sustituto pero tampoco la posibilidad de evitar el servicio militar de no contar con la cantidad de dinero requerida.

El tercer momento parece ser aquel que llama la atención de forma no muy grata al autor pues la institucionalización de aquel llamado “servicio voluntario” respecto al ingreso a la milicia esta en estrecha relación a los argumentos señalados de coerción y corrupción (p.110).

 Aquel servicio voluntario va asociado a una remuneración fija y ciertos beneficios. De esto, y en relación a la anécdota inicial en el caso peruano, podemos indicar que el ejercicio de la ciudadanía y la noción de servicio a la nación  han pasado a la esfera comercial en la medida que cierta parte de la milicia es vista, ahora, como una opción laboral más en el sistema. De la misma manera, la coerción esta presente en la medida que aquellos en situaciones, condiciones y circunstancias desfavorables verán sus posibilidades de elección restringidas por una necesidad económica de modo tal que su elección no será completamente voluntaria como se pretende presentarla. Por otra parte, como hemos indicado, se han degradado, de algún modo, debido a la cuantificación económica los ideales y prácticas que antes no formaban parte de la esfera comercial como el servicio a la nación y el ejercicio de la ciudadanía. Por cierto conceptos aún por definir en nuestro caso.

A consecuencia de esto está presente el temor a que la milicia sea acaparada por mercenarios, siendo algo generosos con el término sin ánimos despectivos o peyorativos. Se ha dicho mucho al respecto pero consideramos pertinentes las recomendaciones de Maquiavelo sobre una milicia propia y no sujeta a intereses ajenos así estos sean los intereses individuales de aquellos que son parte de esta institución, la milicia, sea por motivos de coerción en relación a necesidades económicas o la simple degradación o corrupción de valores morales  y prácticas sociales que se mantuvieron fuera del mercado y la esfera comercial hasta el momento.

Concluye el autor en este primer momento que las objeciones a sus argumentos omiten aquella dimensión de la vida mas allá del consenso (en referencia al argumento sobre la coerción y condiciones iniciales de inequidad), en la cual los bienes cívicos y morales no son honrados por el mercado y el dinero no puede comprar (p.122)

Sin embargo, en una exposición posterior de  su postura luego de algunos años (Sandel 2012), si bien el autor no modifica los argumentos ya señalados, salvo el cambiarle el nombre al argumento de coerción por equidad, es interesante observar el cambio en las observaciones que realiza a la sociedad en general además de la vasta lista que ejemplos que utiliza  para indicar que es posible analizar casos muy distintos con los mismos argumentos.

Señala el autor que el mayor cambio en las últimas tres décadas no fue  el incremento y exceso de la codicia en general sino la expansión del mercado y sus valores propios en esferas de la vida en donde antes no tenían lugar (p. 7)

De este modo, se hace necesario replantear ciertas nociones respecto al mercado y cómo es que debe abordarse el debate. La propuesta de Sandel y sus dos argumentos proporcionan una herramienta de la cual disponemos para llevar a cabo dichos análisis.

“necesitamos repensar el rol que el mercado debería tomar en nuestra sociedad. Necesitamos un debate público sobre aquello que significa mantener el mercado en su lugar. Necesitamos preguntarnos si en efecto hay algo que el dinero no puede comprar.” (p.7)

En efecto, en las líneas precedentes no he hecho más que acceder a la invitación que el mismo autor realiza al presentar estos temas. Pues la propuesta es finalmente una invitación al debate que no solo compete a los individuos sino también a la comunidad en general y se torne pública en un sentido político.

Si bien en el primer momento de las obras del autor que se han tratado en esta breve exposición se tenía como conclusión una afirmación merece nuestra atención el giro que se realiza en este segundo momento pues aquella misma conclusión se presente a modo de interrogante por el propio autor y no solo sobre el mercado y sus reglas sino, además, sobre la sociedad y nosotros mismos.

“finalmente, la pregunta por el mercado es realmente una pregunta sobre cómo queremos vivir juntos. ¿Queremos una sociedad en la cual todo este en venta?  ¿Habrán ciertos  bienes cívicos y morales los cuales no son honrados por el mercado y el dinero no puede comprar?”(p.203)

Tal parece que después de todo este tiempo la pregunta de Sócrates a Eutifrón en un dialogo Platónico sigue presente entre nosotros respecto a la existencia de algo pío, bueno en sí mismo y que deba ser preservado, conservado o al menos no estar sujeto a las reglas del mercado. Insistimos con la interrogante: ¿Existe algo que el dinero no pueda o no debería poder comprar?

  Bibliografía:

-Sandel, Michael: “What Money Can’t Buy” (the moral limits of markets) EN Grethe B. Peterson, ed., The tanner lectures on human values, vol. 21 (Salt Lake City: University of Utah Press, 2000), pp 87-122 (presentada el 11 y 12 de mayo de 1998)

-Sandel, Michael:  “What Money Can’t Buy” (The Moral Limits Of Markets) New York: library of congress cataloging in publication data, 2012

* Nota: En todos los casos las traducciones son nuestras.

Nombre: Andrés Cisneros (Nerdás)

Edad: 23 (por ahora, nací en octubre del ’88… saca tu cuenta)

Ocupación: estudiante de filosofía (dudo que cambie de ocupación)

1. ¿dónde está tu mente ahorita? En una batea. (er.. descartes no? badum tss)

2. ¿dónde naciste? Lima, peru aunque no tengo un recuerdo muy claro de la situación

3. ¿dónde vives ahora? En mi casa (chorrillos, neblina jodida y “lejos” de todo)

4. ¿dónde te gustaría vivir? No importa. Me basta estar vivo

5. ¿cómo está tu vida amorosa? No tengo una, prefiero limitarme a vivir.

6. ¿qué comiste hoy? Nuggets con forma de dinosaurio

7. ¿alguna vez has creado arte o cultura? No, ahora eso es de hipsters. Solo hago resúmenes, informes y ensayos

8. ¿a qué lugares te gusta salir de día? Al patio de mi casa y a la puerta de mi universidad. No me gusta fumar en lugares cerrados

9. ¿a qué lugares te gusta salir de noche? Ver la pregunta anterior. Prefiero no salir de casa o de la universidad. El gentío me abruma y no me quieres ver de mal humor, créeme.

10. ¿consumes drogas y/o alcohol? La mayoría consume café, tal vez psicofármacos (espero que bajo prescripción médica) .. no, soy abstemio (al menos desde hace un par de años)

11. ¿qué tipo de personas odias? Para odiar a alguien antes tendría que importarte su existencia ergo no puedo odiar a nadie. Nadie me importa lo suficiente en estos días.

12. ¿cuál es tu meta? (si es que tienes) ser Phd en lo que sea para hacer la misma broma del profe de cosmología garcia calderón: “soy primo hermano de dios”

13. ¿tienes alguna historia deprimente sobre tu vida que quieras compartir? No, prefiero escribirla con detalles intrascendentes, publicarla luego de algún incidente bochornoso y que se convierta en bestseller para ganar unos centavos.

14. ¿cuál fue el primer concierto al que fuiste? Un tributo a kiss porque me dijeron que nunca vendrían y seria lo más parecido que veria. Ja! Vinieron al año siguiente.

15. ¿qué estarás haciendo dentro de 10 años? Exactamente lo mismo que ahora y todas las noches: leer, quejarme, escribir y tratar de dominar el mundo.

 

¿Cuáles son las semejanzas y diferencias entre los métodos clásicos y modernos?

El autor señala tres aspectos que diferencian a los métodos. Estos son los siguientes: el uso del razonamiento hipotético-deductivo, el tratamiento matemático de la experiencia y el recurso a la experimentación.

De esto modo el método clásico presentaba un recurso a la experiencia no sistemático además de una mentalidad distinta a la del método científico moderno. Las matemáticas, entonces, concernían a las cosas ideales y la física, a las reales. Prevalece la inducción como método en busca de la esencia al partir de la experiencia hasta llegar a axiomas y principios en un sentido lógico. La física que propone es meramente demostrativa y carece de magnitudes. La noción de real recae únicamente en la experiencia inmediata. Finalmente esta ciencia no provee conocimientos nuevos y se limita a describir, clasificar y jerarquizar los que se tienen a disposición.

Por otra parte el método científico moderno, como ha sido señalado, presenta no solo un cambio metodológico sino un cambio en la mentalidad para abordar los problemas de la naturaleza. El recurso a la experiencia será sistematizado y esta experiencia, al mismo tiempo, será informada. Se recurre a la abstracción matemática, como lo haría un geómetra. Se da una nueva forma de interrogar a la experiencia, someterla al razonamiento y permitir el control de esta. El cambio que representa el método hipotético-deductivo esta en asumir la importancia de aquello que se desprende como consecuencia de la hipótesis como conjetura sin pretensiones de certeza. Esta hipótesis tendrá aun más valor si permite observar en la experimentación nuevos datos que fueron recogidos en una primera observación de la experiencia inmediata y así corroborar las predicciones que se habían establecido. El recurso a la experimentación hará necesario el uso de instrumentos cada vez más precisos para brindar mejores resultados

Tratar al último hombre y además el transito necesario para llegar al superhombre es aquello que comenta Heidegger sobre las doctrina de Nietzsche. El último hombre es aquel que posee una rara capacidad de durar pero no por eso nos acercamos a un fin o época final.

Sobre la tradición se cree que es únicamente aquello que ha pasado, aquello que ha quedado detrás de nosotros. Esta concepción histórica forma parte de un auto engaño que hemos podido alcanzar y esto nos impide escuchar a los otros pensadores, aquello que pensaron y también lo no pensado por ellos que tiene mucho por ofrecer. Para un dialogo con estos pensadores hay dos posibilidades: producir un encuentro o ir contra ellos.

Se habla de la felicidad que han alcanzado los últimos hombres mientras parpadean. Sin embargo esto solo haría que todos sean obligados a tener una idéntica felicidad igual a la de los demás no sin antes empujarlos de una guerra a otra.

Este parpadear esta en relación a la representación del mundo que tiene el hombre pues ha renunciado a las decisiones para gozar de una tranquilidad y seguridad solo aparentes. Frente a esto aparece el concepto de redención de la venganza pues esta es hostil contra el tiempo y su “fue” (lo pasado). Esta redención  como libertad de la venganza es el tránsito al superhombre, la suprema esperanza.

Quedar libre de la repugnancia contra el tiempo y su pasado, esto es la venganza, permite el ir y venir, transcurrir y retornar de todas las cosas.

Nietzsche señala que la pretensión de los hombres sobre el conocimiento parte de las  convicciones y la utilidad que este genera. Además, en un momento efímero de su existencia los hombres creyeron haber inventado el conocimiento siendo este un momento altanero y falaz. Finalmente los hombres habrán de perecer y dicha pretensión de conocimiento no hará más que “inflarse” constantemente.

En efecto, el intelecto, aquello recurso adicional de los hombres en tanto seres delicados, efímero e infelices tendría por objetivo conservar la existencia brevemente. Así, el intelecto seria un medio de conservación del individuo de tal que sobrevivan los individuos débiles.

En el lenguaje se puede apreciar el primer contraste entre verdad y mentira en tanto se ha inventado una designación uniformemente valida y obligatoria de las cosas. Entonces, al expresar las relaciones entre los hombres y las cosas (el mundo) no hacemos más que apelar a metáforas audaces pues la cosa en si es inalcanzable, inaccesible, indefinible y no es deseable.

La convención convierte aquellas metáforas en verdades. Se trata pues de usar metáforas usuales.

La propuesta es dejar la inclinación a permitirnos ser engañados. Cambiar del paradigma a un en el que el conocimiento sea producido por el individuo y en función de este y no de la colectividad y de su utilidad para estos.

 texto: verdad y mentira en sentido extramoral