Nietzsche señala que la pretensión de los hombres sobre el conocimiento parte de las  convicciones y la utilidad que este genera. Además, en un momento efímero de su existencia los hombres creyeron haber inventado el conocimiento siendo este un momento altanero y falaz. Finalmente los hombres habrán de perecer y dicha pretensión de conocimiento no hará más que “inflarse” constantemente.

En efecto, el intelecto, aquello recurso adicional de los hombres en tanto seres delicados, efímero e infelices tendría por objetivo conservar la existencia brevemente. Así, el intelecto seria un medio de conservación del individuo de tal que sobrevivan los individuos débiles.

En el lenguaje se puede apreciar el primer contraste entre verdad y mentira en tanto se ha inventado una designación uniformemente valida y obligatoria de las cosas. Entonces, al expresar las relaciones entre los hombres y las cosas (el mundo) no hacemos más que apelar a metáforas audaces pues la cosa en si es inalcanzable, inaccesible, indefinible y no es deseable.

La convención convierte aquellas metáforas en verdades. Se trata pues de usar metáforas usuales.

La propuesta es dejar la inclinación a permitirnos ser engañados. Cambiar del paradigma a un en el que el conocimiento sea producido por el individuo y en función de este y no de la colectividad y de su utilidad para estos.

 texto: verdad y mentira en sentido extramoral