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Capitulo 2

¿Por qué Batman no elimina al Joker? Es la pregunta principal del presente trabajo. En las siguientes líneas presentaremos dos modelos o sistemas éticas que nos puedan ayudar a establecer las posibilidades o limitaciones para resolver y enfrentar el dilema en cuestión. Es necesario precisar que fijaremos la atención en las historias de Batman presentadas por Moore (1988), una historieta de un solo número bajo el titulo traducido de: “La risa asesina” y Nolan (2008), un largometraje baje el titulo, también traducido, “El caballero de la noche”.  Consideramos que el dilema por analizar se presenta de manera bastante consistente en estas dos historias pues existen muchas otras aristas por abordar que exceden el presente trabajo o no son pertinentes para nuestros fines.

2.1

Empecemos analizando a Batman como un seguidor de la deontología y propuestas kantianas.  Bajo este sistema Batman no podría, o al menos no debería, eliminar al Joker matándolo. Recordemos, pues que Batman posee un estricto sistemas de reglas a seguir y un código moral a seguir en su accionar. El no utiliza armas de fuego ya que fueron estas las que dieron muerte a sus padres, combatir el crimen sin importar el rostro que adopte es una promesa y reto constante a cumplir aceptando el orden establecido, entiéndase las leyes y sistema judicial de ciudad Gótica. La justicia como ideal a preservar desde su condición de vigilante y guardián implica una gran responsabilidad que recae en el código moral aceptado por Batman de manera tal que llega ser casi inescindible al personaje. Batman no eliminar y mucho menos mata a sus enemigos, los enemigos de ciudad de gótica que introducen el caos y violencia atentado contra la paz y seguridad que en algún momento fueron la realidad de esta ciudad, utópica, y no debía haber cambiado.

Según Thomson (2002, p189) “la teoría kantiana afirma que una acción es moralmente correcta si la voluntad del agente fue movida por el imperativo categórico”. Si recordamos una de las formulaciones de aquel imperativo como: “Obra de tal modo que la máxima de tu accionar sea motivo de ley universal” efectivamente Batman se enfrentaría al dilema de no poder eliminar al Joker en tanto la vida humana o la de cualquier otro agente racional es un valor inherente a cada individuo respecto a su autonomía.

Del mismo modo eliminar al Joker implicaría que este sea solo un medio en la medida de proveer una aparente seguridad a ciudad Gótica y no una una finalidad en sí misma como un agente racional.  Lo anterior esta en relación a una variante en la formulación del imperativo categórico.

Al respecto Blackburn (2003, p.100) puede resumir lo presentado de la siguiente manera: “Cuando tratamos de impedir a la gente de actuar de cierta manera, una buena pregunta suele ser: ¿Qué pasaría si todos los demás actuaran así?” Esta es precisamente la situación que enfrenta no solo Batman sobre eliminar al Joker sino también la que este le plantea constantemente incitándolo a violar sus propios códigos morales como el no matar.

De acceder a la pretensión del Joker y darle muerte, eliminándolo finalmente Batman no solo dejaría de cumplir o seguir el imperativo categórico kantiano y la deontología propuesta. Además, el “vencedor” en el conflicto seria el joker en la medida que habría probado y quebrado los limites y posibilidades de corrupción de Batman como agente racional en el cumplimiento de imperativo categórico universal. Pues bien, si Batman elimina al Joker: ¿que impediría que continuara con tal tipo de acciones? E incluso ¿qué sería aquello que lo diferencie de aquel que fue su enemigo y némesis por tanto tiempo si estuvo dispuesto matar sin seguir aquello que predica una razón universal?

Observamos, finalmente, que las acciones morales bajo este sistema o paradigma ética no están sujetas a los resultados o consecuencias que puedan generar o devenir de estas. La motivación racional y moral, voluntad y autonomía son los factores que rigen el accionar del individuo. Bajo este modelo, en la medida que no puede existir un conflicto para el imperativo categórico en la deontología propuesta por Kant, Batman no podría eliminar al Joker teniendo solo como medio para resguardar la paz y el orden en ciudad Gótica  la persecución constante de criminales para que sean sometidos a las normas establecidas y purguen una condena en la penitenciaria “Arkham Asylum”.

2.2

Sin embargo una segunda postura filosófica al respecto como sistema ético propuesto por J.S Mill difiere bastante de lo descrito anteriormente. “El utilitarismo sostiene que una acción es moralmente correcta en la medida que tenga como resultado una mayor felicidad o una utilidad general” (Thomson 2002, p.189)

De este modo solo importan las consecuencias de las acciones y no las motivaciones o valores inherentes a la razón pues como se ha establecido en este paradigma lo que se busca finalmente es el mayor bienestar posible para el mayor número de personas posible. Además debemos indicar que preferimos la referencia al termino “utilidad general” pues la felicidad en el contexto de la obra de Mill señala grados y diferencias respecto al placer que no corresponden al presente trabajo.

Entonces, según este modelo, podríamos esperar que Batman eliminase al Joker en la medida que esta acción provea un mayor bienestar y utilidad general a un mayor número de personas, la población de ciudad Gótica. Existe, efectivamente un mal por cometer, eliminar al Joker y matarlo, que podríamos considerar de alguna manera “menor” si tenemos en cuenta los beneficios que podríamos esperar en el futuro para ciudad Gótica.

Luego, la muerte del Joker podría asegurar, asumiendo niveles de predicción bastante optimistas en el devenir de la sociedad de ciudad Gótica, aquel mayor beneficio o utilidad general que busca y defiende la postura utilitarista.

Sin embargo, es aquí en donde presentamos el conflicto y dilema ético que se presenta. “¿Estás permitiendo que mucha mas gente muera porque tú no quieres (o estás dispuesto) a matar a una persona (el Joker)?… y ¿por qué, por tu sentido del deber y justicia?” (White, 2008 p.8)

Esto es lo que le increpa White al caballero de la noche tomando como referencia algunos diálogos de historietas y el contraste entre los sistemas éticos ya presentados.

2.3

Tal parece que nos enfrentamos a un dilema cuya solución parece no tan clara, y en efecto, no lo es. El debate y discusiones  entre posiciones y posturas en la historia  de la filosofía y ética podrían compararse, sin mayor dificultad, al conflicto eterno, en la ficción, entre Batman y el Joker. Sin embargo buscaremos en lo posible la forma de conciliar ambos sistemas para proveer una posible solución al dilema sobre el accionar de Batman respecto a la eliminación del Joker, estos, acabar con una vida para preservar otros valores.

Pues bien si “los argumentos contra el utilitarismo apelan, tradicionalmente, a nociones kantianas, y viceversa. Esto revela el conflicto entre las dos teorías.”(Thomson 2002 p. 193) Lo anterior no hace más que ilustrar lo que hemos ido exponiendo en líneas precedentes.

Pero ya que estamos en busca de una solución continuamos analizando ciertas opciones y posibilidades. Tal parece ser la consideración de Thomson al respecto al señalar lo siguiente “la moralidad parece estar conformada por ambos elementos, el utilitarista y el kantiano. Ignorar por completo uno de los dos seria fanatismo.”(p.197)

De modo tal parece necesario recurrir al concilio de ambas posturas en busca de una solución. Tratar de combinar el utilitarismo y deontología propuesta podría proveernos la respuesta a la pregunta inicial sobre el accionar de Batman. Al respecto podemos presentar a modo de solución y concilio de las posturas y sistemas éticas el concepto tratado en el “problema de las manos sucias” por Walzer.

“La noción de las manos sucias deriva del esfuerzo de rechazar un absoluto sin negar la realidad de un dilema moral” (Walzer 1973 p.162) En efecto, ambos sistemas planteados anteriormente tenían pretensiones de universalidad. El imperativo categórico apelaba a una razón universal del mismo modo en que la máxima utilitarista asumía como una verdad inexorable la utilidad general o mayor bienestar para la mayoría.

No deja de ser curioso que el dilema ante el cual se encuentra Batman al eliminar o no al Joker suela hacer referencia a las manos y el porqué estas no deben “mancharse”. No solo es el código moral de Batman, siguiendo en líneas generales la deontología kantiana, sino también las constantes recomendaciones del comisionado Gordon y el mayordomo Alfred las que profundizan el dilema y conflicto. 

Continuando con la propuesta de Walzer podemos rescatar la siguiente cita: “algunas veces el sufrimiento del héroe necesita ser socialmente expresado (como el castigo, que confirma y refuerza nuestro sentido de que ciertos actos están mal). De igual manera, a veces es necesario ser socialmente limitado. No deseamos ser gobernados por hombres que han perdido su alma” (p.177) observamos en estas líneas la necesidad de establecer límites morales mas allá de las consecuencias y resultados de los actos cometidos.   

Si bien el texto de Walzer es un análisis al comportamiento de agentes políticos podríamos establecer cierta relación con el personaje de Batman en tanto que este participa en la vida pública de ciudad Gótica aunque la legitimidad con la que actúe sea cuestionable por no estar sometido a las autoridades correspondientes.

 De llegar el momento y darse el caso en el cual Batman eliminase y diera finalmente muerte al Joker su acción seguiría la máxima del utilitarismo y se optaría por la utilidad general y beneficios de aquella acción reprochable moralmente pues los limites y códigos que tenía como el no matar fueron dejados de lado. ¿Qué implica tener “las manos sucias? En términos más directos podríamos indicar que de eliminar al Joker, Batman no solo asumiría la responsabilidad de sus accionar pues el matar suele estar penalizado sino además debería asumir la responsabilidad moral de haber fallado a las convicciones que había asumido y adoptado de forma autónoma y voluntaria.

Conclusiones

Luego de tratar la historia de Batman como un mito y al personaje como un héroe observamos que los dilemas y problemas de la filosofía pueden verse reflejados en la actualidad en aquellos productos culturales, aquello que produce y consume una sociedad y cultura,  a modo de mitología contemporánea en la medida que buscan explicar o dar respuesta a las interrogantes que plantea nuestra sociedad.

Es posible que la historia tratada en el presente trabajo muestre algún sesgo cultural pues Batman es la representación de algunos, y no todos, los valores occidentales. Tal vez sea este el motivo por el cual se persiga la diversidad, representada por el crimen de poca monta o aquel de gran escala que atenta contra estructuras establecidas y valores conservadores y por otra parte, no se persigue o incluso se aliente la no criminalización de la especulación financiera y delitos económicos cometidos por aquellos criminales de “cuello y corbata” que logran mimetizarse adecuadamente en las estructuras y sistemas sociales.

Sin embargo los mitos suelen ser etnocéntricos pues se gestan al interior de una sociedad. Es por eso que cada sociedad produce y consume mitos propios o suscribe aquellos con los que se identifica. Es posible criticar el mito del mismo modo en que se puede criticar la sociedad en la que se vive pero es mucho más complicado destruir aquel mito.

Sobre la continuidad de la historia o mito de Batman podemos señalar el carácter sedimentario que adopta. Si bien no hay una continuidad determinada, algunos eventos o episodios calan fuertemente y pasan a formar parte del mito concebido por la audiencia, los lectores y consumidores de la historia sin importar el formato que adopte.

Finalmente, respecto al dilema ético que se trató suscribimos la posición de Thomson quien concluye lo siguiente: “Es desesperanzador pensar que las reglas morales decidirán por nosotros lo que haremos. Las reglas pueden guiarnos, pero no dictarnos la solución. Esto no significa que no haya solución para los dilemas morales. Solo significa que no hay solución definida por una regla.” (Thomson 2002 p. 206)

Lo anterior permite la continuidad del ejercicio de análisis realizado. Es posible seguir debatiendo y estudiando las posibilidades presentes en un conflicto o dilema ética sin que esto adopte un carácter de frustración o desesperanza como indica Thomson. Mientras se sigan escribiendo o tratando historias de Batman y las pruebas que tenga que enfrentar y superar será posible vernos reflejados como sociedad en estas y realizar el ejercicio que intentamos en el presente trabajo. 

 
  

Introducción:

El presente trabajo busca relacionar la historia de Batman en tanto héroe, desde lo propuesto por Campbell en el texto “El héroe de las mil caras”, con determinada bibliografía filosófica para ilustrar el conflicto presente en el accionar del héroe al no eliminar al “Joker”. Del mismo modo se busca la reflexión a partir de un mito contemporáneo: la historia de Batman y las enseñanzas que se pueden obtener desde un producto cultural como un comic, series o películas. Esto, debido a que se está hablando de un  producto cultural en cual muchos estamos inmersos.

La primera aparición de Batman fue en 1940 y su creación en 1939 gracias a Bob Kane. Desde el inicio en el se presenta se presenta el origen de Bruce Wayne como el hijo de una acaudalada familia que sufre la pérdida de sus padres a manos de unos criminales. Este incidente marcara la determinación del pequeño Bruce y genera la promesa de combatir el crimen sin importar el rostro que adopte.

Uno de los primeros enemigos a los deberá enfrentar Batman para proteger ciudad Gótica será el Joker quien hace su aparición del mismo modo en las historietas iniciales. Ciudad Gótica se presenta como una ciudad o entidad cerrada, autosuficiente y utópica pues no está ubicada en un lugar determinado. Sin embargo surge el héroe que deberá protegerla, en este caso Batman, de las constantes amenazas que aparecen como el caso del Joker.

El marco teórico utilizado en el presente trabajo busca identificar a Batman en la figura del héroe al interior de un mito contemporáneo como lo es un comic en tanto producto cultural como aquello que consume y produce una sociedad  del cual no se puede ser ajeno.

Luego se presentará el contraste entre dos posiciones filosóficas respecto al actuar ético teniendo como ejemplo la difícil decisión de Batman de eliminar o no al Joker según la deontología propuesta por I.Kant en base al deber en sí mismo y el imperativo categórico frente al utilitarismo propuesto por J.S. Mill en función a las consecuencias de los actos realizados en busca del mayor beneficio para el mayor número de personas posible.

Posteriormente se presentaran las críticas a ambas posturas desde la perspectiva de otros autores sobre temas de ética y las nociones que pueden definir a los personajes analizados y sus ideales o propuestas manifiestas.

Finalmente, se presentan dos puntos para concluir el trabajo al haber terminado esta breve presentación de aspectos de filosofía moral y ética además de otras posturas y críticas desde la historia de la filosofía moral y ética, mencionando al mismo tiempo aspectos propios de estudios culturales se propondrá a modo de conclusión la posibilidad de un conflicto sin solución aparente en la medida que los debates éticos no deberían terminar en un simple reduccionismo.

Del mismo modo, afrontando la pregunta y cuestión original del presente trabajo, observaremos como la discusión y debates de ciertas áreas del conocimiento surgen y se presentan a partir de un producto cultural, un mito contemporáneo, la historia de Batman en conflicto con el joker hasta el final de sus días.

 

Capitulo 1

Marco teórico

En el presente capítulos analizaremos y cotejaremos lo planteado por el autor (J. Campbell) con la figura, objeto de estudio en el presente trabajo, de Batman como héroe al interior de un mito contemporáneo bajo ciertos cánones según la teoría que se nos brinda y proporciona la lectura del texto “el héroe de las mil caras”.

El Mito

Joseph Campbell (1972) define el mito, señalado como “monomito”, en su texto como: “…la misma historia variable y sin embargo maravillosamente constante, junto con una incitante y persistente sugestión de que nos queda por experimentar algo más que lo que podrá ser nunca sabido o contado”.

 De este modo las historias nuevas que creíamos haber inventado de algún modo ya habían sido contadas o al menos se encontraban en el asombro de los hombres frente al mundo. 

Continua el autor indicando lo siguiente: “En todo el mundo habitado, en todos los tiempos y en todas las circunstancias, han florecido los mitos del hombre; han sido la inspiración viva de todo lo que haya podido surgir de las actividades del y cuerpo y de la mente.” 

De ser así la historia de batman se presenta como un mito en nuestro tiempo, la época contemporánea, y en su interior surge la inspiración para alcanzar o al menos mostrar algunos ideales que consideramos como tales.

Del mismo modo aquello representando en el mito, muchas veces relegado por la mentalidad científica y técnica, nos permite hallarnos reflejados en su interior pues es la sociedad la que origina el mito y al mismo tiempo busca su origen en este. Además considerando las condiciones circunstancias actuales de nuestra sociedad, o al menos parte de ella, la creación de un gran relato no obedecería tanto a la de un mito sino a la de un producto cultural en función a nuestras necesidades y requerimientos dados por una economía de mercado. Si bien se profundizara este aspecto posteriormente no deja de ser pertinente la mención al tema en este momento teniendo en cuenta la referencia sobre el mito, el sueño y los hombres en tanto que los sueños privados de cada individuo son una mitología propia y de la misma manera en que los sueños colectivos como parte de un inconsciente general dan lugar al mito del cual hemos tratado. En posible y siguientes paginas se intentará evitar el sesgo psicoanalítico para el análisis por no considerarlo necesariamente pertinente.

El héroe

Campbell propone ciertas etapas en el desarrollo del héroe al interior del mito que a su vez han sido la conclusión de una gran recopilación de bibliografía y ejemplos al respecto. Las historias de héroes en distintas mitologías separadas en el tiempo y el espacio llegan a compartir aspectos tan similares entre sí que es posible enumerar estas etapas que el héroe deberá sobrellevar.

El mismo texto nos brinda un resumen de la aventura que caracteriza al héroe pues las distintas etapas son descritas de manera extensa y con una gran variedad de ejemplos. Sin embargo el viaje del héroe, sus aventuras y transformaciones así como las pruebas que debe enfrentar siguen un esquema bastante claro: el llamado a la aventura, el cruce del umbral a lo desconocido, una seria de pruebas a enfrentar, la ayuda recibida, la huida y el retorno.

Continua el autor señalando lo siguiente: “El héroe mitológico abandona su choza o castillo, es atraído, llevado, o avanza voluntariamente hacia el umbral de la aventura. Allí encuentra la presencia de una sombra que cuida el paso. El héroe puede derrotar o conciliar esta fuerza y entrar vivo al reino de la oscuridad o puede ser muerto por el oponente y descender a la muerte. Detrás del umbral, después, el héroe avanza a través de un mundo de fuerzas poco familiares y sin embargo extrañamente intimas, algunas de las cuales lo amenazan peligrosamente (pruebas), otras le dan ayuda. Cuando llega al nadir del periplo mitológico para por una prueba suprema y recibe su recompensa. El triunfo puede ser representado como… el reconocimiento.”

¿Es Batman un héroe según lo propuesto por Campbell?  La respuesta a la interrogante se encuentra en el siguiente apartado. Sin embargo podemos adelantar, como ha sido señalado previamente, que muchas de las historias con las que convivimos han estado presentes en la humanidad desde sus inicios y de distintas maneras con algunas o muchas modificaciones sin perder el sentido que se le atribuye: el de explicar el origen de un grupo, reflejar la situación actual en la cual se vive o guiar los ideales a realizar y alcanzar.   

Batman como héroe y producto cultural

De acuerdo a lo que se descrito en líneas previas si es posible ubicar a Batman en la figura de héroe al interior del mito. Nos son pocos los elementos que permiten la analogía e identificación con la propuesta de Campbell.  Batman surge desde el llamado a la aventura y explorar lo desconocido en la oscuridad de la noche para enfrentar el mal sin importar el rostro que adopte. Del mismo modo su historia refleja el devenir de una sociedad que ha concebido al héroe de acuerdo al tiempo en el cual se iba presentando.

Esto se debe a que si bien en un inicio el caballero de la noche no era más que solo una hipérbole del detective nocturno que hacía uso de habilidades y recursos propios como la fortuna heredada además de una máscara para ocultar su identidad publica en nuestros días se presenta como un protector no solo del lugar al que pertenece sino de los ideales a preservar y el orden por resguardar antes las amenazas, ahora con una seria de habilidades y recursos que van mas allá que los del hombre común y promedio.

El asombro ante la figura de Batman permanece intacto pues nos hemos encargado de mantenerlo a la altura de nuestras expectativas, deseos y necesidades. Se nos brinda con la figura del “héroe que ciudad gótica necesita pero no merece” (Nolan, 2008) un ideal de hombre, precisamente un héroe, que trasciende y va mas allá de nosotros, que enfrenta la aventura y las vicisitudes que, necesariamente, se presentan.

En relación  a lo señalado al viaje del héroe podemos indicar los paralelos en la historia del Batman con la puesta de Campbell de la siguiente manera: Bruce Wayne nace predispuesto para convertirse en un héroe pues no es una persona común al interior de su mundo, ciudad gótica. El llamado a la aventura surge del evento traumático, para quien en ese momento es solo un niño, de quedar huérfano al ver como sus padres, personas muy importantes la sociedad que se nos presenta en ciudad gótica,  son asesinados por unos “simples” criminales. En ese momento surge la promesa y deseo de enfrentar el mal y el crimen sin importar el rostro que adopte además del compromiso, característica de Batman, de no usar armas de fuego en su lucha eterna mientras viva ya que fueron estas las que dieron muerte a sus padres y ser consideradas las armas de los enemigos, aquellos que tienen miedo.

La ayuda que recibe es también comparable a los obsequios divinos que nos retrata cierto tipo de mitología. La tecnología y equipamiento de defensa está al servicio de Batman cuando vemos la seria de adminículos, herramientas e instrumentos de los cuales dispone así como la fiel ayuda y compañía de algunos otros personajes en la historia: el mayordomo Alfredo o el comisionado Gordon, por ejemplo.

Sin embargo el rito de pasaje que marcará definitivamente el inicio del viaje de nuestro héroe será la adopción de la figura nocturna que deberá proteger las calles de su ciudad y nos provee el ideal de protector en conflicto con una seria de distintas pruebas.  Batman surge en el momento que decide adoptar el símbolo de un murciélago como sello personal en su lucha pues aquello que antes solía intimidarlo y darle miedo se convertiría ahora en una característica esencial. Sus enemigos deberán sentir miedo, pero no necesariamente de Batman sino de aquello que precisamente solía infundir temor en su ser: la oscuridad y el símbolo de un murciélago.

En su lucha con lo desconocido y la serie de pruebas, los criminales a enfrentar, el mal sin importar el rostro que adopte, tendrá lugar una prueba mayor o suprema. Sin embargo es esta última prueba, la que tendría por finalidad otorgarle la gloria y el reconocimiento a Batman ante ciudad gótica, la que permanece pendiente y por lo visto continuara así mientras Batman no decida eliminar o al Joker.

No se trata ya de solo un conflicto entre el héroe y la prueba a enfrentar sino además la del conflicto del héroe consigo mismo, sus promesas e ideales a preservar y mantener.

La aparición del Joker en la historia de Batman obedece no solo a una contradicción de opuestos sino también a la presencia e irrupción de la anarquía en un sistema establecido pero no como un caos sino el disertar sobre la diversidad de paradigmas a seguir.

Esa es la prueba que no solo deberá enfrentar Batman sino también nosotros como audiencia y jueces de su accionar para otorgarle o no la gloria y reconocimiento al final de la aventura.  

No podemos obviar lo señalado por Dipaoli (2011) en el sentido que la historia más reciente que tenemos de Batman nos muestra algo más que solo la lucha del héroe.  Según el autor una ideología se manifiesta de forma patente en la manera como se nos presentan las circunstancias en las que Batman lleva a cabo su lucha con el Joker. De esta manera la  historia que narra Nolan (2008) muestra en más de un sentido a una sociedad norteamericana que se jacta del armamentismo y poder bélico así como los ideales de libertad, seguridad y paz a preservar bajo un único paradigma ya dado, aquel mismo que gran parte de la cultura occidental ha asumido como propios, válidos y ciertos.

Muchas interrogantes son las que surgen y amplio es el debate y las disertaciones por realizar. Sin embargo está presente la “exhortación a no rendirse, mantener la esperanza y pensar en un futuro mejor”… junto a Batman.

*soy pésimo en esto del citado